Cambiar de colchón ¿cuándo hay que hacerlo?
Claves que te ayudarán a descubrir cuándo hay que renovar el colchón de tu cama y sencillos trucos para mantenerlo y limpiarlo y tener ¡felices sueños!
¿Te duele la espalda cada mañana al levantarte de la cama o te cuesta encontrar la postura adecuada al dormirte? Puede que haya llegado el momento de cambiar tu colchón.
La recomendación general sobre el plazo de renovación es entre 8 y 10 años. Durante este tiempo, el colchón sufre un desgaste y va perdiendo calidad y eso es lo que impide un sueño reparador. Sin un sueño de calidad, nuestra salud se ve afectada: más estrés, irritabilidad, dolores musculares, mayor riesgo de enfermedades cardíacas e incluso, obesidad.
Los expertos en interiorismo de Muebles Romerohogar nos dan claves para saber reconocer a tiempo cuándo cambiar de colchón y pequeños trucos de mantenimiento y limpieza para que esté en buenas condiciones.
Señales que indican el cambio.
Los colchones se van deteriorando muy lentamente, pero llega un momento en que es necesario renovarlo para seguir garantizando un sueño reparador. Alguna de las pistas que nos muestran que ha llegado el momento de jubilarlo son:
- Si te levantas de la cama con dolor de espalda o cansado.
- Si se hunde o hay bultos.
- Si la personas que duerme sobre él ha sufrido cambios corporales como
aumento o pérdida de peso.
- Si has notado que tu alergia va a peor por los alérgenos.
- Si no se han seguido las recomendaciones del fabricante sobre limpieza y
mantenimiento.
¿Qué mantenimiento requiere?
No basta con comprar un colchón de calidad, colocarlo y acostarse. Son piezas que necesitan un mantenimiento para contribuir a mejorar nuestro estado de salud a largo plazo y la calidad de nuestro descanso.
Es aconsejable girar y voltear cada seis meses, siempre que las características del colchón lo permitan. Aquellos con un núcleo simétrico y que suelen tener diferenciada una cara de verano y otra de invierno, hay que voltearlos. Mientras que los modelos que mantienen la misma estructura de cabeza a los pies deberán rotarse. Si es un colchón nuevo, los fabricantes recomiendan que realices el mantenimiento, girar y voltear, con mayor frecuencia durante el primer año.
Limpieza para alargar su vida útil.
Una de las prácticas de mantenimiento más necesarias es la limpieza del colchón. En el hogar, especialmente en zonas templadas y relativamente húmedas, es muy habitual la aparición de ácaros, entre los que se encuentran los ácaros del polvo. A priori, éstos son inofensivos, pero una acumulación de ellos puede llegar a provocar alergias y dificultades respiratorias en algunas personas y uno de sus lugares favoritos es el colchón.
A diario, es aconsejable dejar respirar un mínimo de 10 minutos al colchón, retirando las sábanas y ventilando el dormitorio. Colocar un protector de colchón también te ayudará a controlar el número de ácaros ya que sirve de barrera entre tu cuerpo y el colchón. Pasa a menudo, la aspiradora y cada seis meses, realiza una limpieza más profunda espolvoreando bicarbonato de sodio sobre la superficie, dejándolo actuar durante un par de horas y retirándolo con el aspirador.
¿Qué colchón elijo?
Si ha llegado el momento del cambio, comienza a pensar en el reemplazo. Es una decisión muy personal: dependerá de tu forma de dormir, tus características, gustos, etc.
En el mercado existen muchos tipos de colchones, en diferentes medidas. Encontrarás, entre otros:
- De muelles: bicónicos, de hilo continuo o ensacados, que presentan una excelente ventilación.
- De espuma: los más vendidos de este tipo, los de espuma viscoelástica con memoria de forma, que se adaptan al cuerpo de la persona favoreciendo la relajación de los músculos y la circulación de la sangre.
- De látex: de gran elasticidad y adaptabilidad, crea zonas de confort y alivia puntos de presión.
Pero también hay colchones tecnológicos, con capas eco y gel, termorregulables o inteligentes.
Y ahora, ¿crees que deberías cambiar tu colchón? Anímate y renuévalo, tu bienestar físico y emocional te lo agradecerán.