Organiza tu mudanza de manera sencilla y sin estrés.
Existen dos tipos de personas. Por un lado, están las que les encanta el reto de mudarse a otra casa. Luego estamos las que este tipo de traslados nos produce intranquilidad. Lo positivo: que tiene solución. Con planificación y criterio vas a poder mudarte a tu nueva vivienda sin estrés.
Antes que nada, la mentalidad: recuerda el porqué te mudas.
Un cambio de casa podría ser tedioso. Y las razones por las que hayas tomado la decisión pueden ser miles. Quizás has encontrado la casa de tus sueños, es un traslado temporal a otra ciudad o se trata de un lugar de transición. En cualquier caso, mira hacia el futuro. Hay una razón, una finalidad, en la que podrás encontrar ilusión y energía.
Traza un plan de acción detallado para la mudanza.
Tenemos dos casas: la que dejamos y la que será nuestra vivienda. Los esfuerzos, entonces, van en dos líneas. Debes trasladar todas tus cosas y a la vez preparar la nueva. Por ello, es vital planificar con tiempo cada tarea, ya que además deberás complementarlo con tus obligaciones habituales.
Empieza con antelación. Coge libreta y boli para anotar el inventario, fechas y recordatorios de la mudanza. Ahora, paso a paso:
1. Ordena y clasifica.
Es momento de sacar todos los trastos. Decide y cataloga cada uno de ellos en “me lo quedo”, “para donar” y “basura”. Para ello, hazte las preguntas adecuadas: ¿Le doy uso? ¿Es mi estilo actual? ¿Es un “por si acaso"? ¿Tengo muchos? ¿Lo guardo por el recuerdo? Y divide en las tres pilas. ¡Sé exigente con los trastos!
2. Consigue cajas.
Vamos a por el material. Hazte con suficientes cajas de cartón, procura que sean reutilizadas o compralas. Además de cintas de embalaje, protectores, etiquetas y rotuladores.
3. Plantea el gasto de los productos perecederos.
Ten en mente qué emplearás durante el tiempo que te queda en la casa. De esta manera, la limpieza de la nevera y la alacena en los últimos días será más sencilla.
4. Empieza a embalar.
Si comienzas con bastante tiempo, empaca aquello que no uses en el momento. Hazlo con estrategia, aprovechando el espacio al máximo y previniendo posibles roturas o desgastes.
5. Etiqueta bien.
Crea códigos que te ayuden a saber dónde irá situada la caja en la nueva casa. Te facilitará la vida más tarde. Pon una “C” para la cocina o una “B” para el baño. E indica también si se debe desembalar de las primeras cajas o no (escribe 1, 2 o 3). Si es necesario, redacta una leyenda en tu libreta.
6. Valora si vas a necesitar ayuda.
Amigos, familiares o empresa de mudanzas. Estas son las opciones que tienes. Piensa si va a ser suficiente con liar a un par de seres queridos. De lo contrario, haz una búsqueda de empresas de mudanza por tu zona. También haz cálculos con el transporte que vas a usar y los viajes necesarios. Puede salirte más a cuenta alquilar un camión o furgoneta con las dimensiones adecuadas.
Además, mide los accesos de ambas casas para saber si será posible sacar y meter los muebles. En el caso de que no lo sea, tendrás que buscar alternativas.
7. Solicita tu día libre de mudanza en el trabajo.
Tienes derecho a un día libre por mudanza. Aprovechalo.
8. Limpieza a fondo.
Casa nueva, vida nueva y limpia. Asea ventanas, paredes, baños y servicios sanitarios. Y tampoco olvides hacerlo en la vivienda que dejas.
9. Asegura el traslado.
Todo aquello que tenga gran valor, ya sea económico o sentimental, podría ser asegurado durante el periodo de la mudanza. Es recomendable para tener tranquilidad si ocurre algún accidente.
10. Hazte una maleta de supervivencia.
Cajas y cajas pueden abrumar. Por ello, ten una maleta con tus básicos del día, así como documentos importantes. Evitarás pérdidas y tendrás a mano tus enseres primordiales y artículos de aseo. Además, prepara tu botiquín por si lo necesitaras de urgencia.
11. Procesos administrativos.
Asegúrate de contratar los suministros de luz y agua en la nueva casa o una red wifi. También deberás notificar el cambio de domicilio a tus entidades bancarias, instituciones y compañías. Una serie de procesos que no te debes saltar.
12. Carga tus cosas.
¿Recuerdas esa libreta? Haz un inventario de todas las cajas y muebles que se van transportando. Así evitarás que nada se pierdan.
Y ahora toca deshacer. Mantén el orden de prioridad con el que habías etiquetado las cajas. Coloca todo en su lugar. Y poco a poco irá tomando forma.
Una mudanza requiere esfuerzo, no es solo mover del punto A al punto B. Así que haz descansos para hidratarte y poder mantener el ritmo. Si sigues estas recomendaciones, será una mudanza llevadera :)