Compramos casa y nos casamos!
Somos Mayte y Alfonso y hemos vivido casi toda nuestra vida en el centro de Madrid, concretamente en el distrito de Arganzuela, muy cerca de Atocha, salvo un periodo de unos años en los que ambos vivimos en Berlín, donde nos conocimos.
Sí, así es la vida, éramos casi vecinos en Madrid, pero coincidimos allí en Berlín gracias a las muchas actividades que organizan los estudiantes españoles en una fiesta en un Bistro que está muy cerca de Alexanderplatz, donde trabajaba una amiga. Alfonso hacía prácticas de control de calidad en una firma de ingeniería de la construcción berlinesa muy prestigiosa y yo me sacaba un dinerillo trabajando mientras perfeccionaba mi alemán después de acabar el grado de Literaturas comparadas en la Complutense.
Hace dos años decidí opositar en Andalucía como profesora de secundaria y comencé a hacer sustituciones, mientras Alfonso iba y venía a Berlín y teletrabajaba, sobre todo los años de la pandemia. Alfonso ha logrado consolidar su puesto en la firma de ingeniería a la que acude máximo una vez al mes y yo sigo con mis clases, sobre todo en la provincia de Málaga, no siempre en municipios cercanos a la capital y al aeropuerto, desgraciadamente. Somos de Madrid y conocemos muy bien lo que cuestan los alquileres y la compra de vivienda y no nos asustamos, si bien es cierto que los precios en Málaga se están disparando mucho últimamente y se empiezan a parecer a los de Madrid.
Hace unos meses fuimos a la boda de una compañera que se celebró precisamente en Almerimar, dimos un paseo antes de la celebración y Alfonso y yo nos miramos en un momento determinado, nos reímos y yo le pregunté, ¿estás pensando lo mismo que yo? ¿Será muy caro vivir aquí? El mar, el sol, el clima, la tranquilidad, espacios naturales, campo de golf, deportes náuticos... Lo cierto es que aprovechamos que pernoctamos allí en Almerimar en un apartamento turístico del complejo Spirit Almerimar y al día siguiente nos pusimos a buscar información y potenciales viviendas que se adaptaran a nuestras necesidades, en principio para alquilar, y vimos que había claramente una inmobiliaria de referencia en la zona, Durán Servicios Inmobiliarios, pero, como en el fondo somos muy de barrio y de comprar en tiendas pequeñitas, en la frutería de la esquina y las cervezas nos las tomábamos debajo de casa la mayor parte de las veces allí en Berlín, en Madrid y en Málaga, algo nos impulsó a probar suerte antes en otras inmobiliarias más humildes. Aunque el trato fue correcto, en general, con alguna excepción, nos pareció que nos ofrecían pisos que, aunque estaban muy bien de precio, en comparación con Málaga, no se acercaban a lo que nosotros buscábamos: un hogar confortable, luminoso, con buenas terminaciones y bien climatizado, para comenzar una nueva vida.
Necesitamos una oferta más amplia, y más profesionalidad, no sé, dijo Alfonso, con el sentido práctico tan marcado que siempre ha tenido, y no es deformación profesional, pero quiero calidades. No hizo falta que tampoco nos dijéramos nada, al día siguiente, una vez que ya supe que me habían confirmado el traslado para el curso siguiente al Poniente almeriense, nos levantamos temprano y nos presentamos en las oficinas de la inmobiliaria de referencia; Durán. Esto es otra cosa, le leí en los ojos a Alfonso, cuando llevábamos allí diez minutos y nos atendían con tanta profesionalidad y eficacia. Salimos de las oficinas de Durán con más de diez ofertas INTERESANTÍSIMAS y con muchas más ganas de comprar que de alquilar.
Sé lo que estás pensando, me dijo Alfonso, pero no, seamos prudentes, esto es un paraíso, no está nada masificado, la temperatura es ideal, el mar al lado, los servicios cerquísima, pero antes tienes que rodarte en tu nuevo trabajo y vivir el día a día. Para mí no hay problema, el aeropuerto de Almería está a una hora, y el de Málaga a dos. Los vuelos a Berlín en temporada alta están tirados. Y la cobertura para teletrabajar es excelente, lo he mirado y están las principales compañías de telecomunicaciones.
Vivimos el primer año en un piso alquilado frente al mar, nada de ruido, nada de vecinos molestos, unos jardines y espacios comunes cuidadísimos, las mejores instalaciones para realizar toda clase de deportes, servicios cercanos, y se come de rechupete en los bares y restaurantes...Y en verano nosotros viajando y la familia aquí de vacaciones. Pero como soy así de impulsiva, y sé que no me puedo contener, antes de que se cumpliera el contrato de alquiler por un año pedí un extracto en el banco y le dije a Alfonso entre risas: ¿sabes que tenemos una pasta ahorrada, ¿no? No será tanto, me contestó con media sonrisa en los labios. Bueno, yo he echado números y tengo la impresión de que las cuentas nos pueden salir, siempre que no nos pasemos, dijo Alfonso. Podemos ir a Durán y preguntar por las nuevas promociones que se están construyendo, o ir viendo alternativas de vivienda usada que se adapten a nuestro presupuesto, pero con calidades...
Han pasado unas semanas, acabamos de firmar la escritura en la notaría y estamos realmente contentos. No podemos otra cosa que estar tremendamente agradecidos por la amabilidad, la profesionalidad y la pulcritud con la que el personal de Durán Servicios inmobiliarios ha tratado todos nuestros asuntos, tanto durante el periodo de alquiler como ahora que hemos adquirido por fin nuestra primera vivienda en propiedad. Y lo que más se agradece es la amplísima oferta de la que disponen y la celeridad en toda clase de trámites burocráticos y bancarios. ¡Gracias por vuestra paciencia! Estamos realmente muy felices y muy agradecidos. Ah, y me queda que contaros lo mejor, el mismo día que inauguremos la casa ¡NOS CASAMOS! ¡Estáis invitados!