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Cómo calcular el valor de tu vivienda.

Quieres vender tu vivienda o te lo estás planteando. De las miles de preguntas que asoman por tu cabeza hay una principal: ¿Por cuánto? Y es normal. Es una decisión importante y deseas saber lo que podrías ganar con ella.

Fijar el precio es clave. Quieres obtener el mayor precio de venta posible, pero sabrás que al mismo tiempo los compradores buscan una vivienda al menor precio con base en el mercado y al estado de la casa. Entonces, debes establecer una cantidad que responda a tus necesidades y a las del comprador.

Los compradores más interesantes aparecen al inicio de la puesta en venta. Así, los tres primeros meses son los de mayor actividad y presencia. Si no pones un precio adecuado, perderás ofertas, habrá problemas en la tasación a la hora del préstamo hipotecario o hará el proceso de venta más largo de la cuenta. Incluso, por miedo a pedir un precio excesivo, puede que malvendas tu propiedad.

Antes de nada, vamos a exponer unas diferencias básicas. El precio de una casa es tangible, se mide en unidades monetarias. Se trata de la cantidad de dinero que un comprador está dispuesto a pagar por una vivienda. Mientras, el valor de una casa no es necesariamente tangible. Es lo que aporta la vivienda a la persona, ya sea utilidad o beneficio.

Localización y entorno.
La ubicación es uno de los factores más determinantes. Las zonas más demandadas tendrán el metro cuadrado más valorado. A esto añadimos si se encuentran en el centro de la ciudad, las conexiones de transporte público son buenas o el barrio está en auge. Todos los servicios cercanos encarecen la vivienda.

Su estado de conservación.
El año de edificación, su antigüedad, es un aspecto clave también. Los materiales de construcción o la necesidad de reformas tienen un impacto directo en el precio de venta.

Superficie, distribución y zonas comunes.
Casi el primer dato que miramos es la dimensión de la propiedad. Y luego, por supuesto, si el edificio cuenta con ascensor y zonas de recreo, como jardines o piscina, contribuye al aumento del precio. Al igual que si tiene con plaza de garaje o trastero. Además, la orientación (si da a patio interior o al exterior) y el número de piso (la altura), también influye en las vistas y, con ello, en el precio. Es más, hoy en día tener terraza es algo muy solicitado y, por lo tanto, revaloriza la casa.

Situación del mercado actual.